Desde hace aproximadamente una década la incorporación a nuestras vidas de los dispositivos móviles, el teléfono principalmente, ha multiplicado exponencialmente el número de imágenes existentes, ya sea de nosotros mismos (las fotos que realizamos en nuestros viajes, o con nuestra familia) o de terceros, a través de las redes sociales y los portales web. Hoy en día pasan frente a nuestros ojos miles de imágenes diarias en una competencia feroz por hacerse con una pizca de nuestra atención. Todos los sectores económicos y actividades son conscientes de la importancia de la imagen y de la calidad de esta. Pondré algunos ejemplos. No reservaríamos un hotel sin ver antes fotografías de la habitación, del baño, del entorno… como tampoco lo haríamos en un restaurante sin consultar aunque sea de forma ligera alguna referencia en Internet. Tampoco iríamos a una localidad de vacaciones sin conocer previamente sus paisajes y rincones, y tampoco quedaríamos con alguien para tomar un café a través de una plataforma de contactos como Tinder, sin aprobar previamente la imagen. Estos son solo algunos ejemplos, pero ilustran cómo no sólo las actividades incorporan la imagen a sus portfolios y aplicaciones, sino cómo los usuarios reclamamos cada vez imágenes de mayor calidad para conocer previamente un producto que vayamos a adquirir o probar.
El sector de la alimentación no se queda atrás en esta batalla, y el de las frutas y hortalizas quizá sea el ejemplo más paradigmático. De los antiguos catálogos con fotos aburridas y desaturadas hemos pasado a contar con trabajos de fotógrafos expertos en fotografía de producto que incorporan recursos artísticos y técnicos a la realización de bodegones de sencilla apariencia a priori.
En BIA3 Consultores somos plenamente conscientes de que este sector tiene que subirse a demasiados trenes en marcha en poco tiempo: digitalización, comunicación, etc. Y otro de los trenes que pasa rápidamente es el de la fotografía de producto. En alimentación, y en concreto en el sector de fruta y verdura, no basta con incluir la imagen de un producto, sino que esta imagen debe poder transmitir valores como calidad, características físicas, abrir el apetitito, etc. Estas imágenes son una base imprescindible para la comunicación de una empresa y se adaptan a soportes como: catálogos, redes sociales, material promocional, diseño de stands para ferias, contenido de web, diseños publicitarios, etc. Es decir, toda empresa necesita un buen banco de imágenes propias. Este factor es imprescindible, pues la utilización de imágenes únicas es necesaria y no la de bancos de imágenes de pago o gratuitos en donde cientos de empresas encuentran material para su comunicación. Por un lado, contando con imágenes propias nos aseguramos que serán únicas, y sólo nosotros las usaremos, evitando la vergüenza de encontrar material de la competencias con las mismas imágenes que nosotros. Por otro lado las imágenes propias serán de las variedades agronómicas adecuadas, mientras que es casi imposible encontrar en bancos de imágenes externos la variedad justa que nuestra empresa comercializa.
Existen distintas formas de afrontar una fotografía de alimentos, tanto desde la parte técnica como compositiva o temática. En BIA3 Consultores contamos con equipos de calidad para realizarlas tanto a nivel de lentes como de cámaras, y disponemos de espacios acondicionados, iluminación natural y artificial, fondos y superficies, y cajas de luz. Así mismo acostumbramos a trasladarnos a campo o a fábrica para realizar fotografías de producto en distintos entornos y situaciones.
En definitiva, aconsejamos a las empresas del sector agroalimentario a invertir en la creación de un banco de imágenes propio de producto, que transmita modernidad, calidad, y confianza.