La innovación y tecnificación en los cultivos es algo continuo en la agricultura del Levante Español.
Tenemos un afán por mejorar día a día en la gestión de las plantaciones, incentivado por las duras condiciones climáticas y edafológicas que sufrimos, y que nos han llevado a la cabeza del ingenio europeo, y casi mundial, en materia de agronomía. Esto sorprendería de no ser porque estamos hablando de una tendencia con un largo recorrido.
Después de los enormes avances tecnológicos del siglo XX y comienzos del XXI, nos encontramos en la cuarta revolución industrial y en la denominada Agricultura 4.0. Actualmente disponemos de un excelente nivel de desarrollo tecnológico en las explotaciones agrícolas, basado en el uso de un extenso conjunto de sensores y registros de datos, que permiten elaborar un perfecto plan de trazabilidad en dichas explotaciones, y cuya proyección parece simplemente inagotable.
De hecho, el objetivo inicial de la mejora en la productividad que trajo consigo la tecnificación de los cultivos, y que ha obligado a mejorar los sistemas de producción constantemente, para mantenerlos eficientes, ha trascendido la propia agricultura, desarrollando tecnología que ha conseguido ir más allá del sector agrícola, empleándose en diferentes niveles del sector industrial.
Para ello es importante que la investigación y el desarrollo tecnológico continúe. Multitud de nuevas ideas y proyectos avanzan sin cesar, aún en los complicados tiempos en los que nos encontramos, debido, tanto al estado de pandemia que aún perdura, como a la complicada situación que atraviesa la propia agricultura del Levante Español.
En BIA3 trabajamos codo con codo con empresas del sector que persiguen una innovación y mejora dentro del mundo de la agricultura, ayudándoles a crecer y realizando difusión de sus relevantes ideas y proyectos. Conocemos de primera mano que esta difusión es muy importante, y que el rol simbiótico del agricultor y la tecnología es algo necesario a destacar.